La Biblioteca de Alejandría
¡Ahoy! ¡Buenas! ¿Cómo va? madre mia! que pedazo de historia para contar! ¡El centro intelectual más famoso del mundo no se te puede escapar de la vista!
Esta hermosa leyenda se encuentra a los pies del mar mediterraneo, en la dichosa ciudad de Alejandría, Egipto, lugar que recopila mitos e historias magnas.

Monumento a la Sirena, frente a la nueva Biblioteca
Contexto histórico de Alejandría
Fue Alejandro El Grande quien la fundó, en el año 331 a.C, para comenzar allí un gran imperio comercial y cultural, lo cual, efectivamente sucedió pero que el gran rey no llegó a contemplar dada su prematura muerte, pocos años después.
Alejandría supo ser un gran centro socio-cultural y comercial. Por su posición estratégica en el mar mediterraneo, junto al río Nilo, se desarrolló significativamente el comercio portuario que dio vida al recordado Faro de Alejandría, construido por su sucesor, Ptolomeo I.
Es en el siglo III a.C, en el período helenistico, que esta obra misteriosa, la biblioteca, inicia su largo camino a la fama, pretendiendo recopilar todo el saber escrito hecho por el ser humano y suplantar a la Atenas de Grecia.
La ciudad fue conocida como la capital del conocimiento.

Fuerte de Qaitbay – donde se encontraba el Faro de Alejandría
La vieja Biblioteca de Alejandría
De la vieja y original Biblioteca de Alejandría, tenemos datos difuminados e imprecisos, quizás por ello es aún más intrigante y llamativa.
Para contribuir con el desarrollo cultural, Ptolomeo I fundó el Museion (palabra proveniente del griego que significa “Templo de las musas” y de la cual deriva la palabra “Museo”), una residencia y lugar de trabajo para los eruditos más afamados. Entre sus varios recintos el más destacable fue la gran Biblioteca.
Se cree que esta fue recién construida por Ptolomeo II y que estaba decorada con columnas helénicas y motivos egipcios. Logró mantenerse en pie por varios siglos, cosechando grandes volúmenes de saberes.

Banco-libro en la nueva Biblioteca. Se pueden leer sonetos de Shakespeare en él.
No se sabe la cantidad precisa, algunos hablan de que, en su época más esplendorosa, habían unos 500.000 “libros”, otros aseguran que eran más. Lo cierto es que para ese tiempo era una bestialidad de volumenes adquiridos, más si sabemos que todo era hecho a mano en fragiles paripros.
Si, los libros no existían en ese momento, sino que la escritura se realizaba en papiros y pergaminos. Los primeros se construían con una planta acuática de la zona que luego fueron reemplazados por los pergaminos, hechos de cuero, que eran más resistentes y duraderos.
Como en aquella época todo se hacía a mano, eran los copistas y los traductores quienes se pasaban escribiendo horas y horas. ¡Anda a saber cómo les quedaban las manos! y cómo se quejaban con Recursos Humanos!
Tal fue el fanatismo por querer albergar todo el conocimiento escrito, encima reunir los originales, que los copistas solicitaban los volúmenes, los copiaban y luego entregaban la copia quedándose con el original en la Biblioteca. Cualquier texto que fuera eh, no importaba de qué temática se tratara.

La biblioteca de Alejandría – Estatua de Ptolomeo II, recuperada del Ex – Faro

Al fondo el Planetario, aquí el busto de Alejandro Magno
Destrucción de la Biblioteca
Pero “todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina”. Fue uno de los desastres culturales más sonados de la historia. No se sabe a ciencia cierta cómo desapareció pero sí sabemos que fue un deterioro progresivo.
En el S.II a.C comienzan los problemas. La inestabilidad socio – política del reinado Ptolemaico provoca que la atención que se le dedicaba a la biblioteca ya no sea la misma de antes y esta comience a perder valor. Fue Ptolomeo VIII quien expulsó a varios de los eruditos de la biblioteca que se fueron distribuyendo por el mediterraneo, especialmente en la surgente Roma.
Luego se produce el incendio sufrido en la época del Cesar, hacia el 47 a.C. Seguro te acordas de Cleopatra, Marco Antonio y Julio Cesar. Bueno este último, amante de Cleo, batalló por el trono con el hermano y esposo de esta muchacha que fue la última faraona ptolemaica.
El incendio fue parcial. Destruyó solo una parte y al parecer se logró reconstruirla para que siguiera funcionando aunque no lo hizo con la misma importancia. Además se comenzaron a construir varias bibliotecas pequeñas en donde se fueron distribuyendo los tomos y volúmenes.
Ya en épocas de dominio romano, en el S. III es que llegaría la destrucción total. En el año 215 el emperador Caracalla cortó la financiación del mantenimiento del Museion mientras que en las batallas del año 272, comandadas por el monarca Aureliano, se destruyó por completo toda la zona.
Si hay alguna duda de que la biblioteca aún sobreviviera, llegaron luego las tropas del emperador Diocleciano y el famoso terremoto de Creta, que arrasó con todo a su paso (junto a un tsunami) en el año 365.
No se sabe exactamente dónde estuvo la biblioteca, todo es aproximado y tampoco hay rastros de ella. Quizá con los grandes avances tecnológicos, que cada día se desarrollan más, se pueda dar con restos y rastros.
La nueva Biblioteca de Alejandría
Y como tenía que suceder, la legendaria fue “traída a la vida” nuevamente.
En 1987 comenzó el proyecto de creación de una nueva biblioteca y centro cultural que sería emplazada en donde se cree que estaba la antigua.
Este moderno emprendimiento, financiado por la UNESCO y la ayuda de bastantes países, se construyó en 1 año y medio, finalizando en 1996 aunque abrió sus puertas en 2002. Tuvo un costo de 230 millones de dólares y la obra fue llevada a cabo por el estudio de arquitectura noruego Snøhetta.
La biblioteca tiene una superficie de 36.000 metros cuadrados aproximadamente por 33 de altura y contiene 11 niveles, de los cuales 4 son subterráneos.
Se divisa fácilmente ya que es una gran estructura con forma cilíndrica, de cara al mar, de cemento, granito y cristal, con motivos de bajorrelieves caligráficos de varias lenguas del mundo. Esta forma puede simbolizar al sol venerando de las antiguas creencias egipcias – al dios RA y también está asociado al Faro de Alejandría.

Maqueta de la fachada al mar de la Biblioteca
La biblioteca consta de varias salas, entre ellas:
- Bibliotecas
- Centro de investigación académica
- Museos
- Salas de conferencias
- Planetario

Sala de Lectura y sus 7 pisos
La sala de lectura, una de las más importantes, nos recuerda al antiguo Egipto, puesto que se trata de una representación hipóstila (sala sostenida por numerosas columnas, como por ejemplo la del hermoso Templo de Karnak). Es la más grande del mundo con un aforo para 2.000 personas.
El techo y los libros están dispuestos de tal manera que la luz solar no impacta en ellos para preservarlos mejor del deterioro.
La nueva biblioteca está cargada de simbolismo, está plagada de libros, de historias y cultura. Es una cita a la que ¡no podes faltar!
– He aquí su página web.
Así que ¡Ánimo! ¡A viajar! y a recordar que viajar es estudiar, es aprender y conocer, es magia, es terapia, ¡viajar es todo! ¡¡¡A disfrutar!!!
¿Tenes dudas? ¿consultas? ¡Pues acá estoy! ¡escribime! ¡Nos vemos en la próxima aventura! y no se olviden: ¡viajar fortalece!
¡Abur! y gracias!
Saludos con hermosa energía 😊
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